Sé que mi principal función como fotógrafo es contar la historia de un acontecimiento, pero mi principal intención, es que las imágenes con las que contarlo, sean lo mas atractivas posibles. Cuando Maxi y Pili me comunicaron su compromiso y que confiaban en mí para que les contase su día, me atrapó una gran responsabilidad, no sólo responsabilidad como profesional, sino como amigo (y parte de familia) de esta pareja. Al final todos disfrutamos de la fiesta, fotógrafo incluido, con la satisfacción personal de un trabajo bien hecho. Una boda muy especial, detallista y muy animada gracias a los amigos de Maxi y Pili. Una bonita ceremonia en la parroquia de Puebla de Almoradiel y una celebración idilica en un entorno genial como el de los salones Cervates en Campo de Criptana. Un día para recordar, pareja. Muchas gracias por vuestra confianza y dejarme vivirlo tan cerca...
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